Pues como indica su nombre, funcionan con magnetismo, esto es que la parrilla cuenta con un electroimán debajo del cristal templado de su superficie y cuando uno coloca encima de ella un recipiente metálico este se ve afectado por el campo magnético y se calienta prácticamente al instante.
Es decir, la parrilla de inducción no genera calor, genera un campo magnético que calienta al traste o sartén en el que estás cocinando tus alimentos, todo esto sin siquiera tocar el recipiente.
El campo magnético al calentar directamente el traste de metal hace que su eficiencia sea muy buena, a diferencia de las estufas convencionales ya sea por gas y fuego o eléctricas que calientan una resistencia o cerámica, en las que la estufa si genera mucho calor y éste se transmite a través del contacto al recipiente, perdiéndose mucha energía en este proceso. Por eso cuando cocinas en la estufa de gas te da mucho calor, por que esa energía se pierde en lugar de usarse para cocinar.
Aparte las parrillas magnéticas tienen la ventaja de que si no hay un metal que calentar la parrilla no produce ningún efecto. Esto como ves es bueno y seguro para tu familia.
Las parrillas de inducción magnética aprovechan el 80% de su energía generada, en comparación con las de gas que sólo aprovechan el 40%.
A parte se ven geniales, pues su diseño minimalista es moderno y sencillo y combina con cualquier cocina y hace se vea mas limpia y ordenada.
Por poner un ejemplo, si en una cocina de gas hierves litro y medio de agua tardarás 14 minutos en hacerlo, pero en una de inducción magnética tan sólo tardarás en 7 minutos.
Esto no sólo implica un ahorro enorme de tiempo, sino también de energía y por lo tanto de tu valioso dinero.
Aparte contaminan menos, pues las parrillas actuales sólo emiten 360 gr de CO2 por cada kw/hr, mientras que las de gas producen el doble.
Y por si fuera poco se deterioran menos, por lo que pueden durar más tiempo como nuevas.
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